Texto de Amanda López de la Manzanara
Continuamos con la sección Fotógrafos que amamos hablando de una figura recientemente descubierta que se mantuvo en el anonimato durante toda su vida hasta que descubrieron su obra a principios del siglo XXI: Vivian Maier. Vivian pasó gran parte de su vida fotografiando la vida callejera de Chicago.
Vivian Maier nació en 1926 en Nueva York (Estados Unidos) y se crio con su madre en Francia. Allí, pasó una temporada conviviendo, además, con Jeanne J. Bertrand, una pionera dedicada a la fotografía, quien seguramente le “contagió” el interés por la fotografía. En 1949, Vivian se compró su primera cámara fotográfica, la Kodak Brownie. Más tarde, se mudó a Nueva York y se volvió a comprar otra cámara, la Rolleiflex. Allí empezó a trabajar de lo que más tarde sería el oficio al que dedicaría toda su vida: niñera.

En 1956 se mudó a Chicago, donde vivió gran parte de su vida. Vivía en las casas de las familias para quienes trabajaba, lo que le obligaba a mudarse frecuentemente, por cada vez que crecían los niños a los que cuidaba. Así se mantuvo su vida durante décadas, hasta que en 2008, con 83 años y ya jubilada, se golpeó la cabeza contra el hielo y la ingresaron en una residencia de ancianos en Oak Park (Chicago); murió unos meses más tarde.
A Vivian se le conocía por llevar ropa mayoritariamente masculina y una cámara de fotos siempre colgada de su cuello. Aprovechaba las salidas que hacía por la ciudad para fotografiar alguna escena callejera, transeúntes que se marchaban a algún lugar o incluso que posaban ante su cámara, grafitis y otros escenarios que le interesaban…, e incluso aprovechaba cualquier reflejo que veía por el camino para hacerse un retrato.

En total hizo más de 100.000 negativos (fotografías que necesitaban un posterior revelado), pero a causa de sus pocos recursos tanto temporales como económicos no pudo llegar a revelar todas sus imágenes y muchas de sus obras cayeron en el olvido. Su trabajo de niñera era un trabajo inestable que requería de mucho de su tiempo, por lo que las fotos sin revelar se iban acumulando. Acabó alquilando un trastero donde guardar las cientos de fotografías sin revelar porque le costaba transportarlos y guardarlos de una casa a la siguiente, pero tras su jubilación no pudo seguir pagando, por lo que se subastó el trastero con todo su contenido.

En 2007 John Maloof se hizo con el contenido del trastero y se descubrió el arte escondido en esos negativos guardados, pero no pudo encontrar a la artista antes de que ella muriera. Se hicieron galerías donde el público general pudiera disfrutar de las fotografías ya reveladas (las que se podían revelar) y el talento de Vivian Maier fue apreciado por gran parte del mundo.
En lo que se refiere a sus fotografías, habría que destacar que la fotografía para Vivian era un hobby y no se sabe bien cómo adquirió los conocimientos necesarios para dedicarse a ello. Personajes importantes del mundo de la fotografía clasificaban sus obras como consistentes, originales y un reflejo cálido de la vida cotidiana, y se comparaban con el trabajo de otros fotógrafos como Robert Frank, Helen Levitt o Lisette Model.
La historia como las fotografías de Vivian Maier son bastante peculiares, pues cabe preguntarse cómo una persona con su talento se ha mantenido prácticamente toda su vida en el anonimato, sin siquiera un interés por compartir el trabajo de toda una vida. Y vosotros, ¿qué os parece la vida y obra de Vivian Maier?
